Confieso:
¡mi método exclusivo no lo he inventado yo!
¡Yo no he inventado nada!
Pero si, he aprendido y sigo haciendolo.
Cada día desde mi práctica y mi experiencia,
en la camilla,
en la esterilla,
y en la vida también,
hago mío el conocimiento colectivo de la humanidad,
que practica, prueba, se equivoca, vuelve a probar, aprende.
Esa sabiduría de todas las personas que,
antes de mi,
han practicado,
experimentado,
transmitido sus técnicas naturales y ancestrales,
en diferentes tiempos y lugares ,
y que me han permitido llegar a donde estoy ahora.
Tanto mi abuela con sus manos de curandera,
como los antiguos egipcios y su masaje sanador en los pies.
Tanto mi primera maestra de yoga en aquel gimnasio de cole hace 20 años,
como los antiguos yoguis en los Himalayas.
Todos somos parte de este aprendizaje colectivo y personal a la vez.
Tu también.
Cuando vienes a compartir tu energía en la clase de yoga,
cuando te tumbas en mi camilla para tu momento de regeneración y relax,
Aportas tu experiencia y presencia
a este océano de sabiduría colectiva,
como tantas gotas que juntas hacen el mar y le dan vida.
Todas aportamos
y todas recibimos.
Para mi el fruto de esta experiencia colectiva es la voz y el estilo que voy encontrando cada día en mi experiencia personal,
en cada momento en la esterilla,
en cada persona que pasa por mi camilla.
Compartir lo que me ha servido para mi bienestar
y que ahora es parte de mi vida,
porque comprendo y conozco el proceso de llegar a esa postura,
a ese masaje,
a esta técnica
y los obstáculos que me he encontrado en el camino.
No me he inventado nada,
y te lo comparto aquí
para que tú también te beneficies
PD
Mientras tanto, la experiencia a tu medida siempre esta aquí.