ANTES DE EMPEZAR, DEBES SABER QUE…
Aunque creas que es más fácil así,
siento decirte que aquí no encontrarás fórmulas mágicas ni retos semanales con los que conseguir un resultado inmediato.
Tampoco voy a decidir por ti qué debes o no comer.
Este proceso es un autoconocimiento de tu cuerpo en el que,
además de aprender a alimentarte de forma consciente quiero que aprendas a escuchar tu cuerpo y sus necesidades,
pues nadie sabe mejor que tú qué necesita tu templo.
LO QUE SÍ PUEDO PROMETERTE
Es que dejaremos de un lado la culpa, la vergüenza y los juicios,
pues nadie nos enseñó a nutrir nuestro cuerpo desde la presencia plena y la sabiduría propia.
Y sobre todo no vas a estar sola,
pues en este proceso quiero que te sientas acompañada de forma directa y cercana por mí en todo momento.