Hoy te presento a Luigi, mi secretario que me asiste detrás de la pantalla.
Un miembro imprescindible de mi equipo profesional, ya que me ayuda en mantener calma y equilibrio con su sabiduría felina.
Es un gato muy relajado en general, y sobre todo ahora en invierno,
le encanta dormirse en mis piernas o en mi barriga si estoy tumbada leyendo.
A mi también me gusta porque la verdad da calorcito y relax, pero a veces pasa que si oye un ruido repentino, como por ejemplo algo que se cae al suelo o una puerta que se cierra por un golpe de aire, entonces reacciona instintivamente y saca sus uñas...
y ha pasado alguna de estas veces que me haya dejado algún otro tatuaje de esta manera.
Cuando está relajado su sistema nervioso parasimpático está en equilibrio y armonía, pero cuando pasa algo repentino, a su cerebrito felino llega una señal de alerta, activando enseguida el sistema nervioso simpático,
que tan simpático no es y le hace sacar garras, activando sus sistema de "lucha y huida".
Este mecanismo también lo tenemos nosotros humanos, pero en lugar de sacar garras nos tensamos, sobrecargando a menudo determinados músculos y zonas de nuestro cuerpo, y a menudo de manera inconsciente.
Un clásico es el bruxismo, el hecho de apretar mandíbulas por la noche.
Muchas personas utilizan férulas de descargas pensando así resolver el problema, cuando en realidad se está enfrentando un síntoma y evitando daños.
Las causas suelen venir de lugares más complejos y profundos,
relacionadas con el sistema nervioso simpático, que no siempre es tan simpático, porque interpreta muchas cosas en nuestras vidas como señales de alerta, poniendo en tensión nuestro organismo.
El tráfico de la ciudad,
los quehaceres diarios,
roces o discusiones en nuestras relaciones profesionales o personales...
no son amenazas a nuestra sobrevivencia, sin embargo nuestro amigo simpático los interpreta como cuestión de lucha y huida.
De allí podemos entender el porqué de tantos malestares de origen tensional.
Y entonces qué podemos hacer?
Pues ser un poco más gatos...
A Luigi le relajan muchísimo los masajes en el craneo,
y yo justo ofrezco masaje craneosacral...
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