Te gusta practicar yoga entre semana y te pica la curiosidad de irte a un retiro de yoga pero no te atreves porque piensas que puede ser demasiado intensivo para ti?
nada más lejos de la realidad 😉
Irse a un intensivo de yoga no significa pasar horas y horas del día practicando asanas, sino que más bien "retirarse" del día a día, del entorno habitual de tu práctica, justamente para cambiar el chip, vaciarte de los ruidos de la ciudad y de los quehaceres para poder favorecer un estado de calma y tranquilidad.
Para esto estar en un entorno natural es de gran ayuda, si sumamos al entorno una casa acogedora llena de otras personas como tu, con ganas de relajar, profundizar, compartir, quizás te sea más fácil imaginar cómo tu práctica de yoga va a tener un sabor nuevo y diferente.
No te pasa a veces de ir a clase por la mañana y al salir de una regenerante relajación tener que ir corriendo a trabajar? o al salir de clase por la tarde volver a casa, tener que preparar la cena, cumplir con tareas familiares....etc. etc?
La idea es justamente poder saborear lo mejor de la práctica, ese estado de profunda calma interior que tenemos al acabar la práctica y poder observar así los beneficios de este camino que es el yoga, paseando en silencio por el campo, leyendo sin prisa o simplemente no hacer y estar....